Julio Florencio Cortázar Descotte (Ixelles, 26
de agosto de 1914 – París, 12 de febrero de 1984)
fue un escritor, traductor e intelectual argentino nacido en Bélgica y
nacionalizado francés.
Julio Cortázar nació en Ixelles, un municipio de la Región de Bruselas-Capital, situado al
sur de Bruselas, el 26 de agosto de 1914.
Fue hijo de Julio José Cortázar y María Herminia Descotte. Su padre era
argentino y funcionario de la embajada de Argentina en Bélgica, desempeñándose
en esa representación diplomática como agregado comercial.
Tras completar
sus estudios primarios, siguió los de magisterio y letras y durante cinco años
fue maestro rural. Más adelante en su vida declararía: "Mi
nacimiento fue un producto del turismo y la diplomacia". En ese entonces
Bruselas estaba ocupada por los alemanes.
Siempre se afirmó cierta relación de su padre con el
cuerpo diplomático argentino. Sus padres, María Herminia Descotte y Julio José
Cortázar, eran argentinos. Hacia
fines de la Primera Guerra
Mundial, los Cortázar lograron pasar a Suiza gracias a la condición alemana de la
abuela materna de Julio, y de allí, poco tiempo más tarde a Barcelona, donde vivieron un año y
medio. A los cuatro años volvieron a Argentina y pasó el resto de su infancia en Banfield, en el sur del Gran Buenos Aires, junto a su madre,
una tía y Ofelia, su única hermana (un año menor que él). Vivió en una casa con
fondo (Los Venenos, Deshoras,
están basados en sus recuerdos infantiles), pero no fue totalmente feliz.
"Mucha servidumbre, excesiva sensibilidad, una tristeza frecuente"
(Carta a Graciela M. de Sola, París, 4 de noviembre de 1963).
"Pasé mi infancia en una bruma de duendes, de
elfos, con un sentido del espacio y del tiempo diferente al de los demás"
(revista Plural n°44, México 5/1975). Cortázar fue un
niño enfermizo y pasó mucho tiempo en cama, por lo que la lectura fue su gran
compañera. Su madre le seleccionaba lo que podía leer, convirtiéndose en la
gran iniciadora de su camino de lector, primero, y de escritor después.
Declaró: "Mi madre dice que empecé a escribir a los ocho años, con una
novela que guarda celosamente a pesar de mis desesperadas tentativas por
quemarla" (revista Siete
Días, Buenos Aires, 12/1973). Cortázar también recuerda que en cierta
ocasión un pariente suyo (un tío o algo así) descubrió una serie de
poemas suyos y se los dio a su madre, diciéndole que evidentemente esos poemas no eran
míos, que yo los copiaba de alguna antología de poemas, por lo cual su
madre llegó a preguntarle si esos poemas realmente eran suyos.
Leía tanto que algún médico llegó a recomendarle
leer menos durante cinco o seis meses y salir más a tomar un poco de sol.
Muchos de sus cuentos son autobiográficos, como Bestiario, Final del juego, Los venenos y La
señorita Cora, entre otros.
Juventud
Después de realizar los estudios primarios en la
Escuela Nº10 de Banfield, se
forma como maestro normal en 1932 y profesor normal en Letras en 1935 en
la Escuela Normal de Profesores Mariano
Acosta.
De aquellos años surgió La escuela de noche (Deshoras). Fue en aquella
época que comenzó a frecuentar los estadios a ver boxeo, donde ideó una especie de
filosofía de este deporte «eliminando el aspecto sangriento y cruel que provoca
tanto rechazo y cólera» (La fascinación de las palabras). Admiraba al
hombre que siempre iba para adelante y a pura fuerza y coraje conseguía ganar (Torito, Final del juego).
Un día de 1932, caminando por el centro de Buenos Aires, se topó con un libro de Jean Cocteau, un total desconocido
para él hasta aquel momento, titulado Opio.
Diario de una desintoxicación. Aquella lectura lo marcaría para el resto de
su vida: "Sentí que toda una etapa de vida literaria estaba
irrevocablemente en el pasado… desde ese día leí y escribí de manera diferente,
ya con otras ambiciones, con otras visiones" (La fascinación de las
palabras, 1997).
Comenzó sus estudios de Filosofía en la Universidad de Buenos Aires, aprobó el
primer año, pero comprendió que debía utilizar el título que ya tenía para
trabajar y ayudar a su madre. Dictó clases en Bolívar, Saladillo (ciudad que figura en su Libreta
Cívica como oficina de enrolamiento); y luego en Chivilcoy. Vivió en cuartos solitarios
de pensiones aprovechando todo el tiempo libre para leer y escribir (Distante
espejo)
En 1944 se traslada a Cuyo, Mendoza, y en su universidad imparte cursos de literatura francesa.
Publica su primer cuento, Bruja, en la revista Correo Literario. Participa en
manifestaciones de oposición al peronismo. En 1946, cuando Juan Domingo Perón gana las elecciones presidenciales
presenta su renuncia. «Preferí renunciar a mis cátedras antes de verme obligado
a 'sacarme el saco como les pasó a tantos colegas que optaron por seguir en sus
puestos.» Reúne un primer volumen de cuentos, La
otra orilla. Regresa a Buenos Aires, donde comienza a trabajar en la Cámara
Argentina del Libro.
En 1946 publica el cuento Casa
tomada en la revista Los Anales de Buenos Aires,
dirigida por Jorge Luis Borges.
Ese mismo año publica un trabajo sobre el poeta inglés John Keats, La urna griega en la poesía de John
Keats en la Revista de Estudios Clásicos de la
Universidad de Cuyo.
En 1947 colabora en varias revistas, entre ellas, Realidad. Publica un importante
trabajo teórico, Teoría del
Túnel, y en Los Anales de
Buenos Aires aparece su
cuento Bestiario.
Al año siguiente obtiene el título de traductor público de inglés y francés, tras cursar en
apenas nueve meses estudios que normalmente llevan tres años. El esfuerzo le
provoca síntomas neuróticos, uno de los
cuales (la búsqueda de cucarachas en la comida) desaparece con la escritura del
cuento Circe, que junto
con los dos anteriores citados aparecidos en Los
anales de Buenos Aires, será incluido más adelante en el libro Bestiario.
En 1949 publica el poema dramático Los reyes, primera obra firmada
con su nombre real e ignorado por la crítica. Durante el verano, escribe una
primera novela, Divertimento,
que de alguna manera prefigura Rayuela y que será publicada solo en 1986,
después de su muerte.
Además de colaborar en la citada Realidad, lo hace también en
otras revistas culturales de Buenos Aires, como Cabalgata y Sur (8 textos, principalmente de crítica
literaria y cine). En la revista literaria Oeste de de Chivilcoy publica el poema
"Semilla" y colaboraciones en otros tres números.
En 1950 escribe su segunda novela, El examen, rechazada por el
asesor literario de la Editorial
Losada, Guillermo de Torre. Cortázar la presentará a un concurso convocado por
la misma editorial, sin éxito, y, como la primera, verá la luz solo en 1986.
En 1951 publicó Bestiario, una colección de
ocho relatos que le valieron cierto reconocimiento en el ambiente local. Poco
después, disconforme con el gobierno de Perón, decide trasladarse a París, ciudad donde, salvo esporádicos
viajes por Europa y América
Latina, residirá el resto de su vida.
Se casó con Aurora Bernárdez en 1953,
una traductora argentina. Vivían en París con condiciones económicas bajas y le
surgió el ofrecimiento de traducir la obra completa, en prosa, de Edgar Allan Poe para la Universidad de Puerto Rico. Dicho
trabajo sería considerado luego por los críticos como la mejor traducción de la
obra del escritor estadounidense. Juntos se fueron a vivir a Italia durante el año que duró el trabajo,
luego viajaron a Buenos Aires en
barco y Cortázar se pasó el trayecto escribiendo en su máquina portátil una
nueva novela.
En 1967,
rompió su vínculo con Bernárdez y se unió a la lituana Ugné Karvelis, con quien nunca contrajo
oficialmente matrimonio, pero quien le inculcó un gran interés por la política.
Con su tercera pareja y segunda esposa, la escritora canadiense Carol Dunlop, realizó numerosos
viajes, uno de los primeros fue a Polonia,
donde participó en un congreso de solidaridad con Chile. Otro de los viajes que hizo
junto a Carol Dunlop fue plasmado en el libro Los
autonautas de la cosmopista que
cuenta el trayecto de la pareja por la autopista París-Marsella. Tras la muerte
de Carol Dunlop, Aurora Bernárdez lo acompañará durante su enfermedad y se
convertirá en la única heredera de su obra publicada y de sus textos.
Por entonces Julio Cortázar
ya había publicado en Buenos Aires el poemario Presencia con el seudónimo de
«Julio Denis», el poema dramático Los reyes y la primera de sus series de
relatos breves, Bestiario, en la que se advierte la profunda influencia de
Jorge Luis Borges.
La literatura de Cortázar
parte del cuestionamiento vital, cercano a los planteamientos existencialistas,
en obras de marcado carácter experimental, que lo convierten en uno de los
mayores innovadores de la lengua y la narrativa en lengua castellana. Como en
Borges, sus relatos ahondan en lo fantástico, aunque sin abandonar por ello el
referente de la realidad cotidiana, por lo que sus obras tienen siempre una deuda
abierta con el surrealismo.
Para Cortázar, la realidad
inmediata significa una vía de acceso a otros registros de lo real, donde la
plenitud de la vida alcanza múltiples formulaciones. De ahí que su narrativa
constituya un permanente cuestionamiento de la razón y de los esquemas
convencionales de pensamiento.
El instinto, el azar, el goce
de los sentidos, el humor y el juego terminan por identificarse con la
escritura, que es a su vez la formulación del existir en el mundo. Las rupturas
de los órdenes cronológico y espacial sacan al lector de su punto de vista
convencional, proponiéndole diferentes posibilidades de participación, de modo
que el acto de la lectura es llamado a completar el universo narrativo.
Tales propuestas alcanzaron
sus más acabadas expresiones en las novelas, especialmente en Rayuela,
considerada una de las obras fundamentales de la literatura de lengua
castellana, y en sus cuentos, entre ellos Casa tomada o Las babas del diablo,
ambos llevados al cine, y El perseguidor, cuyo protagonista evoca la figura del
saxofonista negro Charlie Parker.
Julio Cortázar se convirtió en una de las
principales figuras del llamado «boom» de la literatura hispanoamericana, y
disfrutó del reconocimiento internacional. A su sensibilidad artística sumó su
preocupación social: se identificó con los pueblos marginados y estuvo muy
cerca de los movimientos de izquierdas.
En este sentido, su viaje a
Cuba en 1962 constituyó una experiencia decisiva en su vida. Merced a su
concienciación social y política, en 1970 se desplazó a Chile para asistir a la
ceremonia de toma de posesión como presidente de Salvador Allende y, más tarde,
a Nicaragua para apoyar al movimiento sandinista. Como personaje público,
intervino con firmeza en la defensa de los derechos humanos, y fue uno de los
promotores y miembros más activos del Tribunal Russell.
Como parte de este compromiso
escribió numerosos artículos y libros, entre ellos Dossier Chile: el libro negro,
sobre los excesos del régimen del general Pinochet, y Nicaragua, tan
violentamente dulce, testimonio de la lucha sandinista contra la dictadura de
Somoza, en el que incluye el cuento Apocalipsis en Solentiname y el poema
Noticias para viajeros. Tres años antes de morir adoptó la nacionalidad
francesa, aunque sin renunciar a la argentina.
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